miércoles, 12 de agosto de 2009

Un escritor y su destino


"La Argentina, en todo caso, es una suma de realidades, a menudo incomunicadas entre sí"

A fines de 1975 el director Sergio Renán buscaba el argumento para su segunda película. Aturdido por las presiones externas y su propio miedo a filmar, ya había descartado libros y guiones en los que había trabajado. Después del éxito obtenido con "La tregua", ninguna historia le parecía atractiva. Revisando en una librería encontró "Alrededor de la jaula", una novela de Haroldo Conti.

El libro lo impactó por el contenido de su historia y emocionó por la belleza de su escritura. Fue así que decidió contactar a Conti para comprarle los derechos y empezar a trabajar en la adaptación del guión.

Esa búsqueda fue extrañamente dificultosa. "Me costó mucho conseguir el teléfono, y dar con él-dice Renán-. Me di cuenta que había problemas, que en realidad Haroldo estaba ocultándose y que sus amigos no querían decir su dirección, lo único que pude hacer fue tratar de que le llegara mi mensaje".

Le llevó prácticamente un mes encontrar al escritor. Se presentó en su casa de Fitz Roy y comprobó el estado de peligro e inseguridad permanente en el que vivían Conti, su segunda esposa, Marta Scavac y las hijas de ella Vivian y Miriam Acuña.

Vivian Acuña recordaba que los meses previos al secuestro de Conti fueron difíciles y complicados para ellos. Él ya había recibido amenazas en el colegio nocturno en el que enseñaba latín y habían tenido que esconderse en varias oportunidades. "Una noche estuvimos como prófugos en lo del escritor Humberto Constantini (militó junto a él en una agrupación gremial en la Sociedad Argentina de Escritores). Haroldo sabía, le habían advertido, que figuraba en las listas y podía caer en cualquier momento". 

"Mientras llega el día me invento tristezas y saco el brazo entre las rejas de la jaula. Un día como digo, pasaré el cuerpo entero"

Por ese entonces dormían poco, en ocasiones en casas ajenas, se levantaban por cualquier ruido, estaban muy tensionados y las posibilidades que Conti encontraba para escribir eran mínimas. Sin embargo, su mujer comentó que pensaba hacer la continuación de "Mascaró, el cazador americano", un libro al que le tenía un cariño especial porque había sido premiado por Casa de las Ámericas, y una recopilación con nueve cuentos de temas políticos de los que tenía todos los títulos.

El único que pudo escribir fue "A la diestra", un relato que surgió después de que su hermana le contó la muerte de una tía de Chacabuco. Éste quedó en la memoria de todos porque el día en que la Brigada de Operaciones 601 irrumpió en su casa de la calle Fitz Roy, estaba en la máquina de escribir. "Finalmente, cuando se llevan a Haroldo y se van, escapo entre los escombros y me llevó el cuento que había escrito horas antes. Fue un símbolo", dijo Marta Scavac.

El escritor Abelardo Castillo, que tuvo oportunidad de compartir reuniones con Conti, relata la noche del 4 de mayo de 1976: "Marta y Haroldo habían ido al cine a ver El Padrino II, dejando a Miriam de siete años y a Ernesto, de tres meses al cuidado de un compañero que estaba ocultándose en la casa de ellos. A medianoche cuando regresaron, los estaban esperando cinco hombres vestidos de civil que portaban ametralladoras. A ella la encapucharon y la sometieron a un interrogatorio mientras golpeaban a Haroldo brutalmente".

Los dos viajes a Cuba como jurado del concurso de Casa de las Ámericas- en 1971 y en 1974- lo habían ubicado entre los intelectuales "peligrosos".

"Ser revolucionario es una forma de vida, no una manera de escribir"

"A pesar de estar informado acerca de lo que sucedía vivía de una manera que implicaba mucho riesgo para aquella época. Tuvo la oportunidad de irse, incluso lo charló en varias oportunidades con su amigo y compañero Constantini, pero no quiso porque tenía un compromiso político muy fuerte-comenta Néstor Restivo, periodista, y coautor de Haroldo Conti, Biografía de un cazador. Con el golpe instalado no tuvo mucho tiempo para reaccionar o dimensionar lo que podía suceder".

El día que lo secuestraron, tenía un militante del PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores)escondido en su casa-afirma-éste hecho no fue el desencadenante pero ejemplifica cuál era su manera de adherir a ese movimiento.

"Conti era un tipo incapaz de seguir un lineamiento duro, creía que se podía llegar a la revolución mediante la lucha armada y estaba sumamente influenciado por la experiencia de Cuba, incluso-sentencia Restivo-fue tildado de agente cubano. Siempre había tenido una postura de izquierda pero antiperonista, por lo que nunca se alineó con Montoneros".

A diferencia del escritor también desaparecido, Rodolfo Walsh, Abelardo Catillo cree que Conti "no era un militante tradicional sino un intelectual que apoyaba y se había comprometido emocionalmente, sin un sentido de pertenencia absoluto a un partido".

Cuando desde el gobierno se dieron cuenta de la repercusión de su captura, publicaron una desmentida en los diarios afirmando que a Haroldo Conti no lo habían detenido los militares sino que había sido víctima de organizaciones para-policiales o su desaparición era producto de un auto-secuestro.

En el famoso almuerzo de escritores e intelectuales con Jorge Videla, en la Casa Rosada, del que participaron Jorge Luis Borges, Ernesto Sábato, Esteban Ratti presidente de la SADE y el padre Leonardo Castellani, profesor de Haroldo en el seminario de Villa Devoto-cuenta Castillo-éste intercedió por él. Logró que el presidente de facto accediera a otorgarle un permiso de visita. Pero cuando lo vió en Coordinación Federal, Haroldo Conti agonizaba por las torturas a las que había sido sometido. Sólo pudo darle la extremaunción.

La adaptación de Sergio Renán, "Crecer de golpe", se estrenó el 30 de junio de 1977, con la censura vigente y Conti desaparecido.

El director contó que la única sugerencia que Haroldo apuntó en el guión, fue que "en una de las escenas de las jaulas, el ruido de los barrotes de las puertas que se cierran, se remarcara de manera tal que le insinuara al espectador todo lo que significa el encierro".

"Yo soy escritor nada más que cuando escribo. El resto del tiempo me pierdo entre la gente"

Rara vez la definición que uno hace de sí mismo coincide con la que los demás pueden escribir o pensar, pero en el caso de Haroldo Conti, no hay mejor descripción que la que él mismo hizo.

Era un contador de historias con un grandioso sentido del humor que lo convertía en centro de las reuniones de amigos. Impulsado por un espíritu bohemio y aventurero tenía curiosidades que lo llevaron a recorrer disímiles caminos. Fue tendero junto a su padre, banquero, camionero, aviador, navegante, periodista, cineasta y profesor de latín.

Un hombre sencillo, sin pose de intelectual. Creía que la literatura era su destino pero no un fin en sí mismo, de los que saben escuchar atentos a cualquiera que tenga algo para decir. Compartía charlas interminables con los isleños en el Tigre, y se perdía entre ellos sin que nadie pudiera intuir que se encontraba frente a un escritor exquisito. Luego escribía y los transformaba en personajes, les daba otra vida en sus libros, como en "Sudeste"(1962).

Rodolfo Walsh, que compartió con él unos pocos encuentros en el Delta, dijo sobre su primera novela: "Ésta historia debió ser mía, pero Haroldo me ganó de mano".

Más tarde llegaría "Alrededor de la jaula" (1966) que tiene el mismo tono triste que "En vida" (1971), para terminar con la gran fiesta que es "Mascaró, el cazador americano"(1975).

Su obra también incluye un libro de cuentos "La balada del álamo carolina" (1975), que son, en su mayoría, historias influenciadas por el ambiente de su pueblo natal, Chacabuco.

Sus intereses no eran sólo literarios, también incursionó como colaborador para la revista Crisis en la que trabajó con Eduardo Galeano y Aníbal Ford.

Era un apasionado del cine, participó en el guión de "La muerte de Sebastián Arache y su pobre entierro", de Nicolás Sarquis. Muchos vieron indicios para pensar que su carrera podría haberse encaminado para el documentalismo.   

No puede saberse con certeza, qué caminos hubiese transitado, pero como dijo Mario Benedetti: "El mayor triunfo de Haroldo es que su obra va a quedar y eso es algo que ninguna fuerza represiva puede destruir. Porque si bien muchas veces el artista es un blanco fijo y por eso cae, su obra es un blanco móvil y allí no aciertan".

 * Las textuales que abren cada segmento pertenecen a Haroldo Conti.

 

1 comentario:

  1. EL RETRATO POSTERGADO
    una película de ANDRÉS CUERVO
    un documental sobre HAROLDO CONTI

    FECHA DE ESTRENO:
    28 de Septiembre de 2009

    SALA DE PROYECCIÓN:
    AUDITORIO "JORGE LUIS BORGES" - BIBLIOTECA NACIONAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA
    AGÜERO 2502 - 19:00 HS - CIUDAD AUTONOMA DE BUENOS AIRES

    ENTRADA LIBRE Y GRATUITA

    Realizada con el apoyo oficial de I.N.C.A.A. (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales)
    Declarada de Interés Público Municipal Cultural por la Municipalidad de Chacabuco y el Gobierno Municipal de Lincoln


    * MATERIAL INÉDITO de Haroldo, meses previos a su desaparición.
    * TESTIMONIOS ÚNICOS de Eduardo Galeano, Martha Lynch y el propio Haroldo Conti, entre otros.

    GÉNERO: Documental
    DURACIÓN: 60 minutos
    CALIFICACIÓN: ATP (Apta Todo Público)
    SITIO WEB: www.elretratopostergado.com.ar
    AÑO: 2009
    PAÍS: Argentina


    SINOPSIS:
    El documental “El Retrato Postergado” gira en torno a la relación que tuvo el escritor desaparecido Haroldo Pedro Conti con un joven realizador cinematográfico llamado Roberto Cuervo, a mediados de la década del 70 en Argentina.

    Haroldo recorre un período de viraje estético, en el que pasa de una literatura costumbrista a otra de alto compromiso político, cuando entabla amistad con Roberto quien comienza a filmarlo para componer un “Retrato Humano”. Durante los años de la última dictadura argentina Haroldo es secuestrado y asesinado, sin conocerse aún datos de su destino ni de sus restos. Roberto Cuervo, por su parte, muere en un trágico accidente dejando solos a su mujer Cristina, viuda a los veinticinco años, y a su único hijo Andrés.

    Hoy el tiempo ha pasado; Andrés Cuervo recupera el material filmado por su padre y completa la película dando cierre así al trabajo comenzado por Roberto hace treinta años.

    ResponderEliminar