viernes, 24 de septiembre de 2010

Rita está del orto


RITA está del orto. Miren, estos son sus dichos:
Sé que estoy deprimida porque me dieron ganas de escribir. Eso es lo que me pasa. Primero pienso cosas extrañas, en hacer cambios radicales y luego, luego me siento a escribir y llega la confirmación de que toqué fondo, que ya no hago pie y tengo que sumergirme en una pantalla lumínica a llenar el vacío con palabras que a nadie le interesan, pero que al menos sirven (me refiero a las palabras) como testigos de que estoy acá y ahora.
Algo es real: las letras se suceden unas con otras. No hay duda.
Sobre crisis existenciales soy una experta, no quiero ostentar, pero para cuando terminen de leer esto, lo sabrán. Y yo, al menos, habré ganado en algo. Esa es la trampa.
Una crisis existencial básicamente se manifiesta como una angustia ante la nada. No hay una razón, sino razones, y cuando TODO es el problema estamos claramente frente a ese temple particular y específico que se produce ante al vacío. No sé que quiero, no sé qué siento, no sé a dónde voy.
Vacío.
Se me ocurrió que la gente en bicicleta es más feliz, así que por ahora voy a intentar sobreponerme buscando mi vieja bici -que no tiene frenos, pero pienso arreglar porque no quiero accidentes, prefiero siempre la voluntad. Me gustan las situaciones que puedo controlar. Eso para empezar. Después, me queda resolver si la salida es vender todo, incluida la bici, e irme a vagabundear por el mundo.
Es una posibilidad. Escapista, maybe. De todos modos, suena arriesgado, y esas cosas generan cierta admiración en el resto de la gente, esa que sigue una rutina tremendamente aburrida.
Sí, lo que piensen los otros cuenta. Somos una gran red social y cada acto está resignificado por la mirada ajena, no hay manera de evitarlo. Hagan el intento, yo mientras los miro. Ahora bien, la cuestión es que en estos momentos nada parece imposible, porque justamente nada parece demasiado real. Todo es tan automático: los gestos, las palabras, cada día… ¿Acaso eso tiene algo de sentido?
Uno tras otro, se suceden, sin que nada realmente trascendente pase. Ustedes dirán: ¿pero qué es transcendente para vos? Y yo no tendré respuesta, porque eso pasa en las crisis, nada califica para trascendente, entonces no se me ocurren esos ejemplos que esperan, pero los puedo dar una pista, no hablo de cosas como tener un encuentro de tercer tipo o una experiencia mística o un sueño profético. Creo No, al menos para mí, no. Tal vez lo trascendente tenga algún parentesco con la cercanía de las cosas. ¿Cuándo fue la última vez que algo genuinamente te conmovió (entró directo sin que mediara nada) y te hizo salir de tu eje?
Ok, si encontró algo felicitaciones, usted no está atravesando una crisis.
A mí lo que me pasa es que siento que todo es una especie de respuesta aprendida y ya no hay nada de genuino, es el quiebre involuntario, pero inevitable de dejar de ser niño. Se borra toda marca de espontaneidad, de esa honestidad brutal que tenemos antes de ser moldeados para encajar. La ruptura implica aislamiento, por eso estamos jodidos, no hay escape. En el momento en que comprendo esto, desisto de hacer un viaje alrededor del mundo porque ahí estará todo sucediendo otra vez, con la desventaja de estar a miles de kilómetros de alguna cara familiar. Tampoco soy una descreída absoluta, sé que hay alicientes, reconozco –como diría mi amiga Sun- que hay gente que redondea para arriba. Ellos poco pueden hacer, pero están y, a veces, eso es lo único que alcanza para tapar el agujero negro.
El agujero sigue estando, pero por un ratito no lo vemos y podemos jugar a hacer de cuenta que tampoco es real.
La píldora roja o la azul, le proponían a Neo cual Alicia posmoderna.
¿Vos cuál tomarías?
Abro un gran paréntesis y los pongo en contexto: “Neo descubre que el mundo en el que creía vivir no es más que una simulación virtual. Los miles de millones de personas que viven (conectadas) a su alrededor, están siendo cultivadas del mismo modo para poder dar energía a las máquinas. Esta ilusión colectiva es conocida como The Matrix. Neo escoge vivir en el mundo real donde la humanidad está esclavizada por las máquinas”. ¿Les suena de algo, o eso que suena es tu Blackberry?
Simulación o realidad parecieran que son dos callejones que no conducen a ninguna parte. ¿Hay liberación posible?
Sí, estoy siendo todo lo pesimista que puedo ser, de eso se trata, estoy atravesando una crisis. No pueden decir que no les avisé y el que avisa no traiciona. You know.
Perdí el hilo, seguramente ahora salga con cualquier otra cosa, porque tuve que llamar al delivery, las penas también se alimentan y, hasta incluso, tienen atracones, una orden de 16 piezas a Itamae para llenar el vacío.
Todo tiene que ver con todo, ¿no?
El otro día en un twitteo puse algo así como: “Sólo siendo extremadamente pesimista se puede encontrar algo de optimismo en estos días” y me remitía a la corriente new age que a través del simple slogan de vive el hoy como si fuera el último día intenta arrancarnos del desencanto. I’m confused. O sea, pensá, sentí la inminencia de la muerte, la fragilidad de tu existencia, lo mínimo e insignificante que sos ante el Universo, Dios, o en quién creas y rendite a disfrutar lo poco que te queda, y se supone que eso tiene que animarnos. A mí eso no me reconforta, qué querés que te diga, que me equiparen a una hormiga que al menor descuido cualquiera la puede borrar de su triste rutina laboriosa de cargar hojitas en fila sin chistar. Paso. No, thanks.
No quiero herir susceptibilidades, tampoco la onda es vengan, húndanse conmigo.
Por eso hoy decidí que la maternidad no es para mí, eso es como invitar a alguien a una mala fiesta y, sorry, pero el que te invita a una fiesta pedorra no tiene perdón. So… me abstengo de participar a alguien a este carnaval desteñido. Welcome to the jungle and then what? Eso es como permitir que el preceptor ponga amonestaciones colectivas. No, yo me la banco solita.
Tal vez el problema es que simplemente esperamos demasiado, tenemos altas expectativas sobre nosotros, el mundo, la gente, el arte y todo lo demás.
Si me callo, si no lo digo, capaz, no sea verdad.
I can’t think straight.