viernes, 21 de enero de 2011

Mi encuentro con la Pitonisa

No sabría decirte de qué manera, pero la Pitonisa dijo exactamente eso que pasaba, pero generó exactamente lo opuesto a lo que quería.
La consulta fue breve, o tal vez yo esperaba un poco más. El viaje en tren había implicado más molestias que la consulta misma, pero asumiendo que la trascendencia de sus dichos harían que lo demás no importara, me ambarqué en la expedición. Aunque muchos me habían sugerido que fuera con pocas expectativas, un encuentro con ella hacía que esto fuera algo difícil. Tanta espera para poder conseguir un día y horario en que la Pitonisa pudiera recibirme habían tejido muchas fantasías, una red de historias y cuentos dignos de una mini serie de ciencia ficción. La única referencia que tenía, la más cercana, era la de aquella Pitonisa de Matrix que le dice a Neo aquello que necesitaba saber, no la verdad, sino lo que necesita escuchar para llegar justo donde debía llegar. Eso era todo. Sólo esperaba que en su consultorio no hubiera floreros. Aunque a decir verdad esperaba mucho más que eso.
A veces cuando las respuestas se escabullen y caen a un pozo sin fin, oscuro, terriblemente oscuro y húmedo sin que pueda siquiera devolvernos un eco de nuestro desesperado grito, es entonces cuando comenzamos a buscar las respuestas afuera. Y cuando eso ocurre, lamentablemente nos alejamos más y más de nuestra voz, para escuchar otras que por más que lo intenten no logran rellenar el interior del pozo y nos dejan caer en otros agujeros y laberintos del ser y nos volvemos Alicias atrapadas en madrigueras de ensueños y tormento.
La Pitonisa no se veía como una Pitonisa. Tal vez eso tuviera que ver con mi impresión general sobre ella. Las expectativas habían retratado un personaje que poco tenía que ver con la persona que, risueña y algo torpe, me recibía en una mañana de sol. Su cara y sus ropas no concordaban con las pinceladas, las expectativas jugaban una mala pasada y teñían de frustración aquella reunión tan esperada. Intenté anular el juicio, detenerlo en ese punto y tratar de volver a grado cero. Borrar el rostro, los gestos, el ambiente, el tono de voz que había preconfigurado y prestarme a oír a la Pitonisa sin más. Como llegué unos minutos antes tuve tiempo suficiente para acomodarme en un sillón de la sala de espera y hacer el ejercicio de sustituir las imágenes ficticias por las “reales”, incluso pude escuchar una breve charla entre ella y otro “cliente”. Parecía amable, decía las cosas con calma, intentando formular sus sentencias de manera positiva, aún cuando no lo eran. Del otro lado de las paredes el que consultaba era un hombre, su voz me decía que era algo mayor, temeroso, abierto a escuchar y hacer lo que ella le proponía. Cuando lo ví salir del consultorio comprobé que no me había equivocado en la apariencia del otro visitante.
Unos minutos después me hizo pasar a una sala pequeña y ella se fue en otra dirección, no pude ver que había detrás de esa otra puerta. Me quedé esperándola de pie observando a mi alrededor y pude comprobar que no había demasiados objetos que agregaran algo más deinformación, sólo algunos estantes con unos pocos libros, pero llamativamente cuando hacía un recorrido con mis ojos por los títulos encontré un DVD, el único que se colaba entre las enciclopedias y duros tomos de medicina oriental, y casualmente se trataba de una de mis películas favoritas, quise tomarlo como señal, dado que no es un film muy popular, ni siquiera su director es muy conocido. Ahí estaba, “Contra la pared”. Seguí buscando con la mirada, familiarizándome con la guarida de la Pitonisa, pero todo parecía frío, como un consultorio médico, una camilla sobre un lateral, dos sillas en cada esquina y algunos títulos y certificados que la acreditaban en diferentes especialidades. La Pitonisa seguía sin ser la Pitonisa.

2 comentarios:

  1. Me gusto. Que cosa el "SER" no? Que maravilla el reflejo. Estoy en epocas de examen asi que me va a tomar tiempo leer todo. Esto me parecio lindo. Me hizo acordar a un cuento medio retorcido que empece a escribir en mi blog. Ahi va el link de la primera parte, despues para arriba no mas! jaja http://fabulosainsolencia.blogspot.com/2008/06/antes-de-la-primera-vez.html te felicito y seguire comentando a medida que vaya leyendo!

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  2. Gracias!, la verdad es que recién descubro este comment, voy a chequear tu blog.

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